Política

Kosiner: “No se puede implementar la boleta electrónica a las apuradas, es irresponsable”

El diputado del FpV era ministro de Gobierno de Salta cuando se cambió el sistema tradicional.  Promotor de la iniciativa, opina que la discusión “no debe darse en un año electoral”.

El escándalo de los comicios de Tucumán generó la salida en masa de la oposición para pedir la implementación de cambios en el sistema electoral para las elecciones de octubre. Dirigentes de todos los partidos exigieron esta semana el abandono de la tradicional boleta de papel y la adopción de la boleta única o del sistema electrónico con soporte de papel.

 

Este último mecanismo, la boleta única electrónica, fue utilizado en las últimas elecciones de la Ciudad de Buenos Aires y, desde 2009, se implementó de manera progresiva en Salta, provincia pionera en el cambio de sistema.

 

“Empezamos en 2009, con la implementación en cinco municipios. En 2011 se hizo en el 33 por ciento del padrón. El proyecto era que en 2013 se pasara al 66 por ciento, pero como funcionó tan bien en 2011, directamente dos años después se aplicó en toda la provincia”, explica a Letra P Pablo Kosiner, diputado del Frente para la Victoria (FpV) por Salta. Kosiner era ministro de Gobierno de la provincia cuando el gobernador Juan Manuel Urtubey tomó la decisión de comenzar a cambiar el sistema. “Lo hicimos de manera gradual precisamente para generar confiabilidad”, explica. Y agrega que la implementación total, en 2013, resultó “interesante” porque, al tratarse de una elección parlamentaria y no ejecutiva, “contribuía a evitar suspicacias”.

 

Tres años antes, en 2010, el sistema electrónico había pasado una prueba de fuego en Nazareno, un pueblo de menos de 800 habitantes, ubicado muy cerca de la frontera con Bolivia, a 3700 metros sobre el nivel del mar. Los habitantes, en su mayoría de origen kolla, tenían opiniones disímiles sobre el destino que se le debía dar a una hostería ubicada en el poblado: convertirla en un complejo hotelero o en un centro educativo. El gobernador decidió llamar a un referéndum, que se realizó con el sistema de boleta electrónica. La comunidad votó por el "NO" y rechazó el proyecto inmobiliario, que debía llevar adelante la provincia.

 

“Al principio había desconfianza, pero después la gente se dio cuenta de que no había trampas y quisieron que siempre se aplicara ese sistema”, dice Kosiner, quien también presentó proyectos en la Cámara de Diputados para cambiar el sistema electoral nacional. Las iniciativas – entre las que se cuentan las de varios diputados opositores, como Graciela Camaño y Adrián Pérez, del Frente Renovador- comenzaron a ser tratadas en la Comisión de Asuntos Constitucionales, que fijó una agenda para discutir el tema, pero después quedaron en el olvido.

 

Uno de los proyectos presentados por el diputado salteño plantea la implementación del sistema con nuevas tecnologías para todo el país. Otro plantea que el sistema pueda utilizarse, para la elección nacional, en los distritos en los que efectivamente ya comenzó a ser aplicado, como Salta y la Ciudad de Buenos Aires. “Es una forma de empezar progresivamente. No se le puede tirar el sistema electoral por la cabeza a la gente de una sola vez”, explica Kosiner. Además de la capacitación que necesitan tanto autoridades de mesa como partidarias, fiscales y electores para el cambio del sistema, el factor geográfico cumple un rol fundamental: la llegada de máquinas y expertos en la llanura porteña poco tiene que ver con las complejidades del paisaje del resto del país.

 

Pese a ser un promotor del sistema, Kosiner considera que hacer un cambio de acá a octubre “es un disparate porque el proceso electoral ya comenzó”. “La idea es que los procesos de discusión no sean en el año electoral porque una de las claves del sistema es la credibilidad. No se puede hacer a las apuradas, porque no se llega con la implementación. Es irresponsable”, dice. Para el diputado salteño la reforma se sustenta en “convicción u oportunismo”. “Si lo hacés por convicción debe ser de manera responsable, con tiempo. De lo contrario, es oportunismo”, opina.

 

Una multitud marcha el 24M hacia Plaza de Mayo
La oposición justifica su baja productividad por la ausencia de información central e intima a Martín Llaryora.

También te puede interesar