Judiciales

El fallo contra el juez Vázquez dejó en offside a Julián Álvarez, que ya quiere irse a Lanús

Favorito tras la PASO, el secretario de Justicia quiere dejar el ministerio y sus asuntos explosivos. El festejo menos esperado y la situación de los conjueces en la Casación.

La declaración de ilegalidad del nombramiento del conjuez Claudio Vázquez en la Cámara de Casación Penal es un golpe directo al secretario de Justicia Julián Álvarez. En la Cámara es bien sabido que Vázquez llegó a su cargo en gran parte por ser amigo personal de la familia del actual candidato del kirchnerismo en Lanús. Desde el minuto cero el conjuez careció de legitimidad ante sus colegas.

 

Esa característica salió a relucir hoy por la mañana cuando otro conjuez, Roberto Boico, casi más festejó la salida de Vázquez. Claro, Boico está tranquilo porque es número puesto en el concurso para cubrir en forma definitiva cuatro vacantes en la Cámara.

 

La salida de Vázquez se encadena a otros traspiés de Álvarez en Justicia, que si fuera por él hace tiempo ya habría dejado el cargo para enfocarse lleno en su campaña en Lanús que lo encuentra como favorito para alzarse con la intendencia del sur bonaerense.

 

Hay duras críticas en el interior del Gobierno contra Álvarez por su manejo (o desmanejo, como dice Carlos Parrilli) del caso Hotesur  y también por el estallido de la denuncia del reo Martín Lanatta contra el jefe de gabinete Aníbal Fernández. En esa conspiración hay quienes también lo han señalado, aunque con evidencias no del todo sólidas.

 

El problema que le implica al oficialismo la baja de Vázquez (que tenía gestos hilarantes, como contratarse una asesora de prensa) es que los otros dos conjueces Boico y Norberto Frontini quedaron a tiro de terminar afuera. El kirchnerimo perdería tropa propia en el tribunal que tiene que resolver la recusación contra Claudio Bonadio en el caso Hotesur.

 

Por ahora el juez Daniel Rafecas no envía la causa al Sur, como se lo reclamó Romina Mercado, accionista de la empresa de la familia presidencial. Y es que Rafecas no es un improvisado. Le pidieron desde el propio fuero federal que aguante la causa en Comodoro Py al menos hasta que se expida la Casación. Rafecas, a pesar de su floreciente vínculo con Eduardo De Pedro va a cumplir. Sabe que diciembre está muy cerca. Y quiere seguir en su despacho, con vista al río.

 

Las Más Leídas

También te puede interesar