El nuevo jefe dirigía el SPB durante el trágico motín de Magdalena

Fernando Díaz es funcionario de carrera del sistema federal, donde lo describen como "buen tipo y laburador". Pero en su paso por la provincia cosechó severas críticas de la Comisión por la Memoria.

El nuevo jefe penitenciario bonaerense, Fernando Díaz, designado este domingo por la gobernadora Vidal tras la fuga del penal de Alvear de tres internos vinculados al triple crimen de General Rodríguez, es un funcionario de carrera del escalafón jurídico del Servicio Penitenciario Federal, bien conceptuado en ese organismo nacional, que ya dirigió las cárceles provinciales, por donde tuvo un paso tumultuoso: de muy mala relación con la Comisión Provincia por la Memoria, el premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel reclamó su renuncia tras el trágico motín de Magdalena del año 2005, cuando murieron 32 internos.  

 

Un dato importante: técnicamente, Díaz no reemplazará a la jefa saliente, Florencia Piermarini. Lo que hará es cubrir la vacante que dejó su antecesora cuando renunció el pasado 23 de este mes, hace ya cinco días en los que el Servicio estuvo acéfalo.

 

El jefe designado por Vidal -al calor del escándalo por la fuga conocida este domingo- pasó de la Nación a la provincia en la intervención del SPB dispuesta en 2004 por el entonces gobernador Felipe Solá, que puso al mando a Ricardo Héctor Cabrera, quien pronto le dejó el puesto para asumir como juez de ejecución penal de Lomas de Zamora. Se fue en 2009, después de chocar sistemáticamente con el ex ministro de Justicia Ricardo Casal, que lo terminó sacando del cargo.

 

En el SPF, a donde volvió y se desempeñó en los últimos años como auditor, lo describen como “un buen tipo, muy laburador”, y destacan su conocimiento de la materia penitenciaria. No obstante, las fuentes consultadas por Letra P no tienen para Díaz los mejores augurios. “El SPB se ha vuelto ingobernable”, advierten.

 

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