Qué se juega el 25

El veredicto de las urnas: los platenses condenan o absuelven a Bruera por la inundación

La elección del domingo es mucho más que un plebiscito para el intendente platense. La ciudad lo juzgará por la tragedia del 2 de abril de 2013.

Suele decirse que, para los gobernantes que pretenden ser confirmados en sus puestos, las elecciones constituyen plebiscitos de sus gestiones. Para el intendente de La Plata, Pablo Bruera, que busca el pasaporte a un tercer mandato al frente del gobierno de la capital provincial, los comicios de este domingo son mucho más que eso. Con su voto, los platenses dictarán sentencia: lo condenarán o lo absolverán por la tragedia del 2 de abril de 2013.

 

El tendal de –al menos- 89 muertos que dejó la inundación de aquel día –el más dramático de la Historia de la ciudad- es el dato central de esta contienda electoral, que se recorta en el mapa nacional con características únicas.

 

En el primer test, Bruera recibió un durísimo castigo: en las elecciones de medio término de 2013, celebradas a seis meses de la catástrofe, la lista de concejales que encabezó su hermano Gabriel obtuvo apenas el 16 por ciento de los votos.

 

No obstante, este domingo el resultado del examen será aún más esclarecedor: será la primera vez, desde la tragedia, que el intendente pondrá su propio nombre en el cuarto oscuro de una elección definitoria y, por lo tanto, la primera en que los platenses podrán juzgar, sin intermediarios, el desempeño del alcalde en aquellas horas de desolación, devastación y muerte.

 

Por lo pronto, la prueba piloto de las primarias del 9 de agosto fue casi tan desastrosa para Bruera como las legislativas de hace dos años: su candidatura recibió la adhesión de apenas el 18 por ciento de los platenses que fueron a votar.

 

A esta altura, la ciudad parece haber aceptado el argumento que ha esgrimido en todo este tiempo el gobierno municipal para explicar la magnitud del desastre que marcó una bisagra en la carrera política de Bruera y –lo que resulta abismalmente más importante- abrió una herida que no deja de arder en el cuerpo social platense: la ferocidad del evento climático fue indiscutiblemente extraordinaria.

 

No obstante, especialistas en catástrofes y algunos dirigentes aislados del sector político que conduce el intendente señalan que la tragedia humanitaria cobró la envergadura que finalmente tuvo por la ineficiencia del Estado municipal en la intervención de la emergencia. Sin un plan de contingencia que le permitiera responder profesionalmente, la maquinaria dirigida por Bruera naufragó en una improvisación que, para muchos, resultó letal.

 

Para que se entienda bien: muchos de los muertos de la inundación estarían vivos si no hubiesen sido abandonados aquella madrugada terrorífica del 3 de abril.

 

La actitud personal y la reacción política del intendente frente a la tragedia fueron nafta en el fuego de la bronca y el desconsuelo colectivos:

 

-         Mintió en la red social Twitter cuando su cuenta oficial lo mostró asistiendo a inundados mientras la realidad indicaba que apuraba su regreso sigiloso de las playas brasileñas donde descansaba.

 

-         Pidió perdón pero sin saber bien por qué, como dijo en un acto de reconocimiento a los que colaboraron en la tarea de socorro. “Yo les pido perdón, por lo que ustedes entiendan que debo pedirlo”, se excusó aquella vez.

 

-          Dividió a los deudos de los muertos creando organizaciones vecinales afines e ignorando a las más genuinas.

 

-         No renunció. Más aún: ni uno de sus funcionarios renunció. Ni siquiera dieron explicaciones ante el Concejo Deliberante por su (no) accionar en de la tragedia, omisión que –debe decirse también- solo pudo ser posible gracias a la connivencia de la mayoría de las fuerzas políticas y sus respectivos representantes en el deliberativo comunal, con la única excepción de los representantes del GEN.

 

En una carta abierta que difundió esta semana, a cinco días de las elecciones y dos años y medio después de la tragedia, Bruera les pidió "apoyo" a los platenses para "terminar las obras hidráulicas". Les dijo que decidió buscar su segunda reelección porque siente “la responsabilidad” de finalizarlas. "Estamos muy cerca de dejar a nuestra ciudad como la mejor preparada para enfrentar el cambio climático", aseguró, sin hacer una mínima mención a la tragedia del 2 de abril, cosa que explicaría el por qué siente “la responsabilidad de terminar las obras hidráulicas”

 

La exhortación ocupa el espacio preferencial del  primer párrafo de ese mensaje proselitista. Y ése es un dato significativo. Da cuenta de una profunda preocupación que carcome al intendente. Bruera teme que el domingo, en las urnas, los platenses lo declaren culpable.

 

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